La cantidad de información que tenemos hoy en día disponible al alcance de la mano (literalmente) es ridícula. A mi se me hace una fantasía y una pesadilla a la vez. Es como si tuviéramos acceso a una biblioteca infinita en la que si encuentras un libro con información interesante y te sumerges, puede que tardes horas, días o meses de salir de ahí.
Parte de esto tiene que ver con cómo consumimos la información…
Cómo la procesamos…
Cómo la aplicamos en nuestra vida…
Cómo la compartimos…
Las redes sociales hacen que nos saltemos la mitad de la ecuación. Cuando entramos en el bucle del «scroll infinito», no terminamos de entender todo lo que estamos viendo y mucho menos tenemos tiempo para parar y pensar qué nos puede aportar a nuestra vida.
La otra parte tiene que ver con el discernimiento y los valores internos de cada uno. Si no procesamos la información que consumimos, es como si tragásemos sin masticar. Llega un punto que, de manera subconsciente, hemos internalizado una información que no es nuestra, que no sabemos de dónde viene ni dónde nos va a llevar.
Esto es especialmente importante cuando hablamos de la espiritualidad. Es algo extremadamente personal, único y hasta sagrado de alguna forma. De la misma manera que cuidamos de nuestra salud física y mental, tenemos que tener cuidado con quién dejamos que se meta en nuestra espiritualidad.
Es por esto por lo que es crucial desarrollar nuestro discernimiento espiritual y tener claves que nos permitan seguir nuestro propio camino.
Clave #1: Definiendo tus Necesidades Espirituales
Si seguimos a este ritmo de consumición, inevitablemente vamos a absorber cosas que no queremos. Para evitar esto, debemos reflexionar sobre nuestra vida, nuestras necesidades y preferencias.
Cada persona es un mundo, y del mismo modo que al estudiar hay gente que le van genial las reglas mnemotécnicas, a otras personas les funcionará mejor escribir o repetir en voz alta lo mismo 50 veces. La técnica de manifestación de escribir 3 veces por la mañana, 6 veces por la tarde y 9 veces por la noche lo mismo… puede que le vaya a las mil maravillas a una chica con mechas californianas en EEUU.
Pero a ti igual, pues no te cambia la vida… es más, puede que hasta te la haga más difícil porque no te gusta escribir.
A lo mejor ella es muy mala visualizando y sin embargo a ti no te supone un problema verte con 1 millón de euros en Tailandia con tu pareja ideal.
Hay tantas maneras de manifestar/meditar/sanar como personas hay en este mundo.
Porque cada persona es única y, según la Antroposofía y otras escuelas místicas, venimos a la Tierra a aprender a ser maestros de la materia. A veces tenemos que intentarlo de maneras diferentes hasta encontrar la nuestra. Si bien es importante no cerrarse a nada, hay que definir qué necesidades espirituales tenemos para no irnos por senderos que no se alineen con lo que necesitamos.
Clave #2: Discernimiento de las Fuentes de Información Espiritual
Una vez que hemos definido nuestras necesidades, hay que buscar fuentes de información confiables y auténticas. En un mundo donde cualquiera puede publicar en línea, es crucial desarrollar habilidades para discernir la calidad de la información que consumimos.
No vamos a alguien que no tiene un título de medicina y algunos años de experiencia a que nos haga una operación específica. O a alguien que no tiene su vida en orden a que nos asesore sobre la nuestra.
Tampoco podemos seguir a una persona que se ha divorciado 7 veces y esperar que nos dé un buen consejo sobre el tema de parejas o de relaciones interpersonales (ej.: Teal Swan). Instagram puede ser una gran herramienta para inspirarnos con formas de vivir de otras personas, pero no nos pueden absorber tanto que nos olvidamos de consultar con nosotros mismos.
Yo comenzaría por los textos «sagrados» de las escuelas místicas. Son textos que tienen en común un mismo objetivo pero se describen desde diferentes puntos de vista, dependiendo de la cultura de la que vienen.
Desde el Bhagavad Gita hindú, la Biblia, el Corán, hasta el Tao Te Ching chino…
Estos escritos contienen enseñanzas atemporales que han guiado generaciones a lo largo de la historia. Explorar estas obras puede dar una base sólida para nuestra comprensión espiritual.
Además de los textos sagrados, es útil buscar fuentes contemporáneas que sean reconocidas por su autoridad y experiencia no solo en el campo espiritual, sino en la psicología y filosofía. Estas fuentes interdisciplinarias pueden ofrecer una perspectiva única y enriquecedora al abordar los aspectos espirituales desde múltiples ángulos, lo que nos permite integrar sabiduría ancestral con conocimientos modernos y prácticos.
Clave #3: Discernimiento espiritual con tu Intuición
En un mundo saturado de información y distracciones, aprender a sintonizar con nuestra propia intuición es esencial para encontrar el equilibrio y la claridad que buscamos. Suena muy místico y fácil, casi se ha vuelto un trend más, pero es más simple de lo que parece.
Nuestra intuición puede ser una brújula interna que nos guía hacia decisiones que se alinean con lo que nosotros queremos de verdad. Pero para escucharla con claridad, hay que encontrar silencio y calma. Por eso los que enseñan meditación dicen que hay que «dejar la mente en blanco».
Meditar puede ser pintar, bailar, dar un paseo por la naturaleza… Es hacer una actividad que haga que el ruido del mundo se apague un poco. Antes de esa actividad puede que tu cerebro gritase:
«Esta pareja me ha regalado momentos maravillosos aunque ahora estemos en una pelea…»
«Todos los trabajos tienen algo malo, es normal que me sienta tan mal…»
«Podría llamar a este amigo, pero ya me llamará él si le pasa algo…»
Ese es el «ego», la parte lógica de nuestro cerebro, la parte que nos mantiene vivos de alguna manera, pero una vez lo acallamos… No del todo, solo lo justo… Tenemos oportunidad de poder escuchar ese susurro que te dice que esa pareja realmente no te conviene, que igual ese trabajo no te llena, que tienes que llamar a ese amigo del que hace tiempo no sabes nada…
A menudo, nuestra intuición actúan como un faro que nos indica el camino a seguir, incluso cuando nos enfrentamos a decisiones difíciles o momentos de incertidumbre. Cuando seguimos nuestra intuición, navegamos por la vida con confianza y sabiduría, sabiendo que estamos en sintonía con nuestro verdadero propósito y destino.
Claves de desarrollar discernimiento espiritual
En resumen, en este nuestro mundo de una cantidad ingente de información, es importante desarrollar el discernimiento para encontrar claridad y autenticidad en nuestro viaje. Es esencial reflexionar sobre cómo consumimos, procesamos, aplicamos y compartimos la información en nuestra vida diaria, especialmente cuando se trata de asuntos espirituales.
Definir nuestras necesidades espirituales nos ayuda a evitar absorber información que no nos beneficia y a encontrar prácticas que resuenen con nosotros específicamente. Buscar fuentes de información auténticas y confiables, tanto antiguas como contemporáneas, nos proporciona una base sólida para nuestro crecimiento espiritual. El aprender a escuchar a nuestra intuición es necesario para navegar por la vida con confianza y sabiduría y a no desviarte por un camino que no es el nuestro.
En última instancia, al desarrollar el discernimiento espiritual con estas claves, avanzamos hacia una comprensión más profunda de nosotros mismos y del universo que habitamos, encontrando significado y autenticidad en nuestro viaje.